Orgullo y tentación
¡Era el último hombre con el que se casaría!
Para Lizzy Sharp, el empresario Louis Jumeau era insoportablemente orgulloso, lleno de prejuicios... e increíblemente atractivo.
Louis sabía exactamente lo que los cazafortunas como los Sharp perseguían: su dinero. Pero lo cierto era que necesitaba una esposa.
Lizzy, con su carácter independiente, no era la candidata ideal, pero sus curvas resultaban muy tentadoras. El arrogante y práctico Louis estaba seguro de que utlizando sus armas de seducción lograría casarse con ella y meterla en su cama.
Una joya en su corona
Una mujer virtuosa vale más que los rubíes
Para el príncipe Raja al-Somari sacrificar su libertad por su país no era una opción, sino un deber. Pero tuvo que utilizar ciertas tácticas mucho más placenteras para convencer a su nueva esposa...
Hacía apenas unos días, Ruby Sommerton no era más que una chica corriente que iba a trabajar y cotilleaba con su compañera de piso, pero de pronto descubrió que era una princesa y que su príncipe la esperaba, impaciente, en un palacio en el desierto.
La nueva esposa de Raja tenía mucho que aprender para comportarse como una noble... además de descubrir lo excitantes que eran las noches con su marido, para quien tener un heredero era una prioridad.
Reglas quebrantadas
Lo único que el dinero de aquel ruso no podía comprar era a ella
El despiadado Serge Marinov pensaba que la deslumbrante sonrisa y el cuerpo voluptuoso de Clementine Chevalier podían provocar verdaderos disturbios. Era tan cautivadora que eran necesarias ciertas reglas: él le daría noches de placer, pero a la luz del día de San Petersburgo desaparecería.
Serge era la fantasía secreta de Clementine hecha realidad, pero ella no estaba interesada en el dinero, así que puso ciertas condiciones: no sería su amante hasta que le demostrara que era algo más que un capricho pasajero para él.