El lunes es un día que arranca con responsabilidades
y rutinas que muchos odian y preferirían evitar; sin
embargo, ¿realmente la culpa es del lunes? ¿O es
que estamos evadiendo algo más profundo y que está más
arraigado a nuestra forma de vivir? ¿Tendrá algo que ver
la búsqueda de la felicidad?
Este libro no busca desestimar la sensación que el lunes puede producir, esa melancolía que se apodera del
ambiente al caer la tarde del domingo, ni el malestar que
nos lleva a cuestionarnos si estamos donde queremos estar. Más bien, La culpa no es del lunes explorará los pensamientos y emociones que están debajo de la superficie de
esa pesada carga de la semana que comienza