Pide la lengua contiene una seleccio?n de cada uno de los libros publicados por Soledad Farin?a. El ti?tulo de esta antologi?a fue tomado de un verso de Farin?a del poema "Saciar su hambre", del libro Albricia (1988). Su nombre es una referencia ineludible del panorama de la poesi?a chilena de la de?cada de los ochenta. Sin embargo, en los u?ltimos an?os su obra se ha situado en un lugar central de nuestras letras.
Si hay algo en lo que los lectores de Soledad Farin?a coinciden, es en su condicio?n de trayecto. Y, a la par, co?mo esa condicio?n de trayecto, abierta a la labor del lector, lastra la dificultad precisamente de su indeterminacio?n. Para la cri?tica literaria y acade?mica Patricia Espinosa, la escritura de Soledad Farin?a "se apodera con extrema experticia del lenguaje, lo moldea, lo hace suyo, con una pasio?n y un riesgo incalculable, que otorga a su poesi?a un cara?cter identificable, personal, tan conmovedor como profundo".
Pide la lengua contiene una selecciön de cada uno de los libros publicados por Soledad Farin~a. El ti¿tulo de esta antologi¿a fue tomado de un verso de Farin~a del poema "Saciar su hambre", del libro Albricia (1988). Su nombre es una referencia ineludible del panorama de la poesi¿a chilena de la de¿cada de los ochenta. Sin embargo, en los ültimos an~os su obra se ha situado en un lugar central de nuestras letras.
Si hay algo en lo que los lectores de Soledad Farin~a coinciden, es en su condiciön de trayecto. Y, a la par, cömo esa condiciön de trayecto, abierta a la labor del lector, lastra la dificultad precisamente de su indeterminaciön. Para la cri¿tica literaria y acade¿mica Patricia Espinosa, la escritura de Soledad Farin~a "se apodera con extrema experticia del lenguaje, lo moldea, lo hace suyo, con una pasiön y un riesgo incalculable, que otorga a su poesi¿a un caräcter identificable, personal, tan conmovedor como profundo".