Cuando alguien narra su vida, para configurar una experiencia temporal que siempre es, como señala P. Ricoeur, confusa, informe y, en última instancia, muda, in-venta una trama. Del mismo modo que en un relato de ficción, conecta y articula lo que en el mundo cotidiano es azaroso e inconexo. A medida que narra la historia de sí mismo, la que le dicta el recuerdo, la entreteje con todas aquellas otras que le han contado, las que no solo completan los vacíos que inexorablemente traza el olvido, sino que se imponen, en tanto experiencia ajena, como discurso de una comunidad. Es en esta tensión entre sujeto y comunidad, que el relato de vida avanza con el afín de legitimarse como historia digna de narrar, o sea, como historia que puede ser comprendida y atendida, aceptada por la comunidad de lectores que la escucha. Este libro le propone al lector el análisis de fragmentos de relatos de vida en el marco, fundamentalmente, de la teoría de la narración de Paul Ricoeur, desde la escucha apasionada del que sigue la historia que alguien le narra.