Durante siglos creímos que el amor venía de afuera; de nuestros padres, parejas, hijos. Es decir, de los otros. Creímos ser seres vacíos y carentes pidiendo amor a los demás, quienes, curiosamente, también lo esperaban de nosotros. Visto así, el amor se convirtió en un bien escaso por el que había que competir.
Pero ¿cómo podemos dar aquello que creemos que tenemos que recibir?
Poco a poco, fuimos descubriendo que la fuente del amor es interna, que somos esa energía que buscamos, somos esa fuerza, y que, si el amor es lo que nos constituye, es nuestra energía interna, vital, solo podemos expresarla y multiplicarla.
Por eso, la forma de pensar el amor diseña nuestra forma de pensar el mundo, la vida, los vínculos.
Detrás de su aparente desorden, Amorosamente te propone ir creando nuevas formas del amor con cada una de las piezas, descubrir el hilo conductor a través de los textos para llegar al corazón amoroso de las palabras y de nosotros mismos. Y también te brinda una caja de herramientas para hacer de estas páginas una invitación a dar el gran salto de la vida: desde una mente que piensa miedo, ¡a una mente que piensa Amor!