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Elena Fortún (17 de noviembre de 1886, Madrid-8 de mayo de 1952, Madrid), creadora de la célebre saga de Celia, rebelde e inconformista, y Matilde Ras (1 de septiembre de 1881, Tarragona-15 de abril de 1969, Madrid), discreta y erudita, conocida gestora de los entrañables consultorios grafológicos de la prensa española de vanguardia, pertenecieron a la primera generación de feministas españolas con conciencia de ser grupo. Ambas autoras, autodidactas e independientes, abordaron diversos géneros literarios y periodísticos siguiendo caminos muy diferentes que se encontraron y desencontraron, manteniendo siempre el vínculo creado por la palabra escrita.
Matilde Ras escribe desde muy joven novelas y cuentos sin alcanzar el éxito soñado; sólo cuando se sitúa frente a la escritura para analizarla consigue el reconocimiento general. Sus cuentos de la vida y de la guerra, sus insólitos diálogos, sus ensayos del Quijote y sus primorosos diarios quedan recogidos en este volumen. Elena Fortún, escritora tardía, se estrena con comprometidas colaboraciones en la prensa sobre el feminismo para abordar después la espiritualidad heterodoxa y el cuento como género divulgativo. Pronto se revelará su destreza para penetrar y expresar el universo infantil, sin que sus famosos escritos para niños le impidan dejar testimonio de su compromiso social durante los duros días de la preguerra, la guerra y el exilio.
Ambas obtuvieron sus mayores éxitos en los años de la Segunda República. Entonces sus caminos se encontraron y corrieron paralelos. Compartieron amistad, amor, casa y trabajo.
El final de la guerra las aleja de Madrid, separándolas en dos exilios muy distantes. Por más que coincidan muchas veces desde que, en 1948, Elena regresa a España, su verdadero reencuentro tiene lugar en 1952, cuando Matilde Ras acompaña a Elena Fortún en su último camino.
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