La llegada de una mujer de extranos ribetes a un consultorio medico da paso al misterio y la fantasia que presiden estos doce relatos. Una familia que se va recluyendo ante el ecosistema que les rodea, el reportaje que puede dejar helado al director de una revista pero sobre todo a sus anunciantes, dos hermanas que se reencuentran tras la muerte de la madre... Personajes que no encuentran la forma de detenerse y se hacen al desempeno de Jimena Nespolo con la mayor de las voluntades literarias. Galardonado en la 59 edicin del Premio Casa de las Amricas, categora de cuento, la miembro del jurado Marta Aponte Alsina destac deLas cuatro patas del amorque, "e;si con frecuencia nos parece que ya todo se ha dicho, la fuerza y la empata ensanchada en estos cuentos, que diluyen distancias y reconocen signos vitales en las situaciones ms intolerantes, demuestran la urgencia de vivir y de contar.Dudo que sea posible pasar con indiferencia frente a estos relatos ominosos y seductores, porque el oficio de contar sigue siendo una de las columnas del sentido del mundo"e;. De Jimena Nspolo dijola crtica Adriana Mancini que su obra se inscribe en la tradicin del desafo, yRicardo Piglia que era unade las narradoras actuales ms originales y prometedoras.
La llegada de una mujer de extraños ribetes a un consultorio médico da paso al misterio y la fantasía que presiden estos doce relatos. Una familia que se va recluyendo ante el ecosistema que les rodea, el reportaje que puede dejar helado al director de una revista pero sobre todo a sus anunciantes, dos hermanas que se reencuentran tras la muerte de la madre... Personajes que no encuentran la forma de detenerse y se hacen al desempeño de Jimena Néspolo con la mayor de las voluntades literarias.
Galardonado en la 59º edición del Premio Casa de las Américas, categoría de cuento, la miembro del jurado Marta Aponte Alsina destacó de Las cuatro patas del amor que, "s i con frecuencia nos parece que ya todo se ha dicho, la fuerza y la empatía ensanchada en estos cuentos, que diluyen distancias y reconocen signos vitales en las situaciones más intolerantes, demuestran la urgencia de vivir y de contar. Dudo que sea posible pasar con indiferencia frente a estos relatos ominosos y seductores, porque el oficio de contar sigue siendo una de las columnas del sentido del mundo". De Jimena Néspolo dijo la crítica Adriana Mancini que s u obra se inscribe en la tradición del desafío, y Ricardo Piglia que era una de las narradoras actuales más originales y prometedoras.