"e;Una de las novelas sobre la guerra civil espanola mas singulares y notables [...]. Al modo de las narraciones renacentistas, sus personajes, oficiales de caballeria destinados en la que seria una de las ultimas unidades de esa arma, llamada a desaparecer, hablan y actuan con espiritu aristocratico, y caballerosa y noblemente tratan al enemigo, que no aparecera en estas paginas ni vituperado ni insultado (y debe de ser tambien la unica novela sobre la guerra civil en la que no se habla ni una sola vez de Franco, Azana o Pasionaria). Ha pasado, diriamos, el tiempo de la retorica y, por tanto, el de la propaganda. No hallaremos aqui tampoco ni la banalidad salvaje ni la cursileria frecuentes en la literatura de su bando. Todo sucede en no-lugares, remotos destinos alejados de los frentes prestigiosos en los que la muerte, no obstante, no es menos implacable. El tono: romantico, elegiaco, acorde a los paisajes fantasmagoricos, liricos, solitarios. Y el resultado: una novela notable por su misteriosa originalidad [...] un hombre que supo [...] que el supremo romanticismo es el de aquellos que hacen una guerra a sabiendas de que la perderan, incluso ganandola."e;Andrs Trapiello, Las armas y las letras"e;Garca de Pruneda vivi nuestra guerra, a juzgar por esta novela, en gran parte testimonial, con un espritu inequvocamente romntico [...]. Un suave tono elegaco, en que el natural ingrediente de la melancola se mezcla con los de un sagaz intelectualismo, entona el conjunto de la novela, de sostenido inters por el desfile de tipos y correlativa abundancia anecdtica. Crnica y reportaje se funden en novela cuyo protagonista es, realmente, la guerra en sus mltiples peripecias."e;Melchor Fernndez Almagro, ABC, 2 de septiembre de 1962
"Una de las novelas sobre la guerra civil española más singulares y notables [...]. Al modo de las narraciones renacentistas, sus personajes, oficiales de caballería destinados en la que sería una de las últimas unidades de esa arma, llamada a desaparecer, hablan y actúan con espíritu aristocrático, y caballerosa y noblemente tratan al enemigo, que no aparecerá en estas páginas ni vituperado ni insultado (y debe de ser también la única novela sobre la guerra civil en la que no se habla ni una sola vez de Franco, Azaña o Pasionaria). Ha pasado, diríamos, el tiempo de la retórica y, por tanto, el de la propaganda. No hallaremos aquí tampoco ni la banalidad salvaje ni la cursilería frecuentes en la literatura de su bando. Todo sucede en no-lugares, remotos destinos alejados de los frentes prestigiosos en los que la muerte, no obstante, no es menos implacable. El tono: romántico, elegiaco, acorde a los paisajes fantasmagóricos, líricos, solitarios. Y el resultado: una novela notable por su misteriosa originalidad [...] un hombre que supo [...] que el supremo romanticismo es el de aquellos que hacen una guerra a sabiendas de que la perderán, incluso ganándola."
Andrés Trapiello, Las armas y las letras
"García de Pruneda vivió nuestra guerra, a juzgar por esta novela, en gran parte testimonial, con un espíritu inequívocamente romántico [...]. Un suave tono elegíaco, en que el natural ingrediente de la melancolía se mezcla con los de un sagaz intelectualismo, entona el conjunto de la novela, de sostenido interés por el desfile de tipos y correlativa abundancia anecdótica. Crónica y reportaje se funden en novela cuyo protagonista es, realmente, la guerra en sus múltiples peripecias."
Melchor Fernández Almagro, ABC, 2 de septiembre de 1962