Los sacerdotes son hombres comunes y ordinarios como cualquiera de nosotros, con la diferencia de que ellos están preparados y consagrados al servicio de Dios y de la gente, sin embargo, pocas veces nos ponemos a pensar en ellos como hombres...
Ellos están obligados a guardar en secreto todo lo que les confesamos, su deber es dar la absolución al penitente y perdonar, pero, ¿Hasta dónde está dispuesto un sacerdote a guardar el secreto, cuando la confesión le afecta de manera tan personal y sobre todo, cuando le hace tanto daño?
"En mis estudios de seminario nunca me prepararon para una confesión así... ¿Cómo puedo darle la absolución a éste hombre?
Así inicia uno de los relatos de Secretos de confesión...
Atrévete a ponerte en el lugar del sacerdote y dime:
¿Tú, en su lugar, que harías?
Y algo más...
Sumérgete en los relatos que tocarán tu corazón, te harán estremecer y te sorprenderán por los inesperados finales...