Los grandes nombres del Siglo de Oro participaron de una mentalidad colectiva que sintetizaba religión, superstición y magia, y plasmaron en algunos de los textos inmortales de la literatura española hechos insólitos que han llegado a nuestros días. Existen numerosos ejemplos en la historia de los países europeos en los que se contraponen una creatividad y una producción artística desbordante y genial y una situación política y económica caótica y miserable, pero en pocos casos como en el Siglo de Oro español la distancia entre creatividad y economía ha sido tan grande.Estudiar la mentalidad de la época y lo que concierne a las creencias populares es tan importante como hacer un diagnóstico económico o un análisis literario o pictórico de las obras áureas, ya que las leyendas y supersticiones de la época también inciden en ambos órdenes. Portentos y prodigios del Siglo de Oro bucea en los asuntos más curiosos del S. XVII y descubre la estrecha relación entre religión y magia o la importancia que daban a la imaginación para transformar la realidad del pueblo español de la época. ¿Es lícito que un hombre resucitado se case con una mujer distinta a la que tenía? ¿Puede casarse un hermafrodita con un hombre y una mujer para satisfacer así sus dos naturalezas? ¿A quién deben pagar los impuestos las sirenas lusitanas? La respuesta a estas cuestiones suscitó grandes debates en la época, Luciano López navega en las misceláneas de la época, en los libros de avisos o en las crónicas de Indias para enseñarnos historias sobre licántropos, duendes, androides, sobre la capacidad de la imaginación para modificar la raza de un bebé, sobre pueblos extraños y puertas al purgatorio, sobre bilocaciones y abducciones"Historias que en algunos casos quedarán impresas en las obras de los grandes autores como Cervantes, que hablará de la licantropía en sus obras o Calderón, que narra la historia de un pueblo de Irlanda en el que existe una puerta al purgatorio."Respecto a las citas textuales, éstas están adaptadas de manera suficiente a un lenguaje moderno, con el propósito de que sean leídas con facilidad, a la vez que mantiene en todo aquello que sea posible la estructura original, lo que permite trasladarnos, en un remedo de viaje en el tiempo, hasta la época."
Los grandes nombres del Siglo de Oro participaron de una mentalidad colectiva que sintetizaba religión, superstición y magia, y plasmaron en algunos de los textos inmortales de la literatura española hechos insólitos que han llegado a nuestros días. Existen numerosos ejemplos en la historia de los países europeos en los que se contraponen una creatividad y una producción artística desbordante y genial y una situación política y económica caótica y miserable, pero en pocos casos como en el Siglo de Oro español la distancia entre creatividad y economía ha sido tan grande. Estudiar la mentalidad de la época y lo que concierne a las creencias populares es tan importante como hacer un diagnóstico económico o un análisis literario o pictórico de las obras áureas, ya que las leyendas y supersticiones de la época también inciden en ambos órdenes. Portentos y prodigios del Siglo de Oro bucea en los asuntos más curiosos del S. XVII y descubre la estrecha relación entre religión y magia o la importancia que daban a la imaginación para transformar la realidad del pueblo español de la época. ¿Es lícito que un hombre resucitado se case con una mujer distinta a la que tenía? ¿Puede casarse un hermafrodita con un hombre y una mujer para satisfacer así sus dos naturalezas? ¿A quién deben pagar los impuestos las sirenas lusitanas? La respuesta a estas cuestiones suscitó grandes debates en la época, Luciano López navega en las misceláneas de la época, en los libros de avisos o en las crónicas de Indias para enseñarnos historias sobre licántropos, duendes, androides, sobre la capacidad de la imaginación para modificar la raza de un bebé, sobre pueblos extraños y puertas al purgatorio, sobre bilocaciones y abducciones" Historias que en algunos casos quedarán impresas en las obras de los grandes autores como Cervantes, que hablará de la licantropía en sus obras o Calderón, que narra la historia de un pueblo de Irlanda en el que existe una puerta al purgatorio.