Narración de los inicios de la romanización de Hispania que forma parte de una serie de novelas titulada genéricamente Emporion. Tras la Segunda Guerra Púnica, los íberos se sublevan contra Roma. Emporion es la única puerta que permite el acceso de los ejércitos romanos a Hispania. Lucio Emilio Paterno, un agente al servicio del Senado de Roma, debe impedir que Emporion caiga en manos íberas y alejar a los feroces ilergetes de cualquier tentación de sedición. La novela, como el resto de la serie, cumple en todo momento todos los requisitos de rigurosidad historiográfica exigibles.
Narración de rigor historiográfico que transcurre durante los inicios de la romanización de Hispania y forma parte de una serie de novelas titulada genéricamente Emporion. Al acabar la Segunda Guerra Púnica, los problemas de Roma persisten: a las tensiones con Macedonia y la sublevación ibérica se suma el acceso de Aníbal al poder en Cartago. En la práctica, la guerra continúa. Hispania y su plata son vitales para Roma pero no hay suficientes ejércitos para responder la sedición ibera.
A Lucio Emilio Paterno, un agente del Senado, se le encomienda una difícil misión: asegurar el control romano sobre la base naval de Emporion e impedir que el feroz pueblo ilergete se una a la rebelión íbera. Lucio inicia un viaje muy especial hacia el lejano oeste que le permite ampliar sus conocimientos y conocer a Friné, una mujer singular. Lucio es víctima de las contradicciones que impone la misión, entiende que la causa íbera es justa, pero el sentido del deber y el compromiso con Roma le empujan a un torrente de toma de decisiones que cambiarán el destino de Hispania. Una pátera con el bajorrelieve de una cabeza de lobo cobra una insospechada relevancia. La narración continúa en la segunda entrega de la serie, La guerra de Catón.